Estos enterramientos se sitúan en el perímetro al norte de la Mesa de Gandul, que probablemente en época Calcolítica ya era un importante poblado amurallado dedicado a la producción agrícola y la transformación de minerales. Al no haberse realizado casi ninguna excavación en La Mesa, desconocemos el tamaño y características del poblado, pero los enterramientos que lo rodean nos indican esta importancia, y lo relacionan con la cultura Calcolítica que se extiende por las márgenes del bajo Guadalquivir, con otros ejemplos conocidos como el gran poblado y necrópolis del Aljarafe, entre Valencina de la Concepción y Castilleja de Guzmán.
Los enterramientos calcolíticos de Gandul se clasifican como "megalíticos", por el empleo en su construcción de grandes losas de piedra, que revestían las paredes y cubrían sus techos. Pero lo más característico de estos enterramientos es su forma: largos corredores excavados en la roca alcoriza, generalmente terminados en cámaras circulares. Es por ello que también se conocen como "tumbas de corredor".
¿Cuál era el ritual de enterramiento? Hasta la fecha todas las tumbas excavadas habían sido expoliadas a lo largo de la Historia, por lo que no se ha encontrado ninguna intacta. Sin embargo, por paralelos con otras necrópolis similares (en el Aljarafe, la Sierra Norte y Extremadura) sabemos cómo se enterraba hace cinco mil años. La mayor parte de estas tumbas son enterramientos colectivos, que comenzaban por la cámara y continuaban a lo largo del corredor. Las tumbas de Gandul son más pequeñas que otras conocidas en el Aljarafe o en la zona de Antequera, pero aún así pudieron albergar decenas de enterramientos. Posiblemente cada tumba se correspondía con un grupo familiar, pero esto es algo que no podemos asegurar.
Junto con los cadáveres se depositaba un ajuar, compuesto por puntas de flecha, adornos de cobre y oro y recipientes cerámicos. En algunas de las tumbas calcolíticas de Gandul (y en otras de Los Alcores) se pudieron recuperar fragmentos de esta cerámica, denominada "campaniforme" por la forma acampanada de los bordes.
Actualmente, el número de enterramientos "de corredor" es relativamente elevado, siendo algunos de ellos visitable. Destacan la "Cueva del Vaquero" y el "Tholos de Las Canteras", junto al antiguo camino del ferrocarril entre Alcalá y Mairena. Si dejamos la Mesa de Gandul a la derecha viniendo desde Alcalá, llegaremos también al "Dolmen del Término", parcialmente destruido por un particular en el año 1998 y restaurado por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía en el año 2000. Actualmente es visitable previa cita, pues se halla en una propiedad privada.
Otros enterramientos se localizan en las inmediaciones: Cañada Honda, La Casilla, El Pedrejón... Todos ellos en conjunto formaron un "paisaje funerario" perfectamente visible desde el poblado de La Mesa, estableciendo así un constante diálogo entre los vivos y los muertos, dentro del mundo ritual de la sociedad calcolítica.
Actualmente estos yacimientos únicamente se pueden visitar con permiso de la subdelegación de Sevilla del Ministerio de Defensa al encontrarse en zona militar de acceso restringido.