¿Qué supuso la agricultura? En primer lugar disponer de una fuente regular de alimentos, mediante el cultivo estacional de ciertas plantas. Además, ello se tradujo en una tendencia cada vez mayor hacia el sedentarismo, y la aparición de los primeros poblados permanentes. Finalmente, el intercambio entre comunidades propició el desarrollo del comercio, y la situación de los asentamientos junto a vías de comunicación o en las inmediaciones de las áreas de producción agrícola.
La presencia neolítica se asocia a herramientas de piedra tallada de pequeño tamaño (microlitos), usados entre otros fines como dientes de hoz para segar los cultivos. Pero sobre todo el Neolítico marca la aparición de la cerámica, con recipientes realizados a mano y utilizados para cocinar y almacenar alimentos: vasos, cazuelas...
En el área de Alcalá existen pocos yacimientos neolíticos, todos ellos localizados al sur del actual término municipal, en las inmediaciones del arroyo Guadairilla. Estos yacimientos (Cortijo Gallegos, Carretera de Morón) se sitúan en la zona de campiña, apta para el cultivo primitivo, en pequeñas lomas cercanas a cursos de agua y posiblemente a caminos históricos, como el Cordel del Gallegos.
Los primeros asentamientos neolíticos dan paso a los poblados calcolíticos, que se desarrollan durante todo el tercer milenio a.n.e. ¿Por qué cambia su denominación? Principalmente por el comienzo del uso de los metales, en este caso el cobre, que da nombre a todo el período ("Edad del Cobre"). Pero existen otras circunstancias incluso más importantes. En primer lugar, se intensifica la economía agrícola, y en consecuencia se amplía el sedentarismo y la presencia de poblados permanentes e incluso de cierto tamaño. También se generaliza el uso de la cerámica, con recipientes característicos: platos de borde engrosado, cuencos y ollas globulares, vasos cilíndricos. Todas estas piezas aparecen en yacimientos de todo el sur peninsular, lo cual es un testimonio de los intercambios comerciales o incluso de la presencia de técnicos alfareros itinerantes. Por último, también aparecen nuevas herramientas de piedra: cuchillos de sílex, molinos de mano, bolas para moler el cereal y hachas de piedra pulimentada.
Los yacimientos calcolíticos amplían el área de presencia neolítica, sobre todo en la campiña. Los encontramos en torno a los valles del Guadairilla y Guadaíra, en pequeñas lomas con fácil acceso a los cursos fluviales y a las zonas de cultivo. ¿Cómo eran estos poblados? En su mayor parte serían asentamientos de pequeño tamaño, con dedicación a la agricultura y a la ganadería, y en este último caso con un carácter posiblemente trashumante, que haría a los poblados estacionales.
Pero junto a la gran mayoría de pequeños poblados aparecen en el Calcolítico otros asentamientos de mayor tamaño, en algunos casos amurallados y con indicios de espacios de enterramiento colectivo. Suelen explicarse como resultado de la combinación de varios factores: situación singular, generalmente en espacios elevados con acceso a caminos de cierta importancia, almacenamiento de la producción agrícola del entorno y función defensiva ante posibles incursiones de saqueo. Todo ello parece apuntar a una forma inicial de organización política, con posible control del territorio circundante.
En el área de Alcalá, el enclave de mayor importancia durante el Calcolítico se localiza en la Mesa de Gandul. Este yacimiento se sitúa en el escarpe sureste de Los Alcores, entre las actuales poblaciones de Alcalá de Guadaíra y Mairena del Alcor. Parece que es durante el Calcolítico cuando se puebla la Mesa por primera vez, y aunque no sabemos cómo sería el poblado sí conocemos la gran zona de enterramientos que se dispone alrededor. Se trata de un amplio conjunto de enterramientos megalíticos, realizados con grandes losas de piedra que cubren cámaras circulares excavadas en el terreno, a las que se accede mediante un corredor igualmente cubierto: Cueva del Vaquero, Dolmen de la Casilla, enterramientos de Cañada Honda... Las tumbas se cubrían con un túmulo circular de tierra y piedras, generando un paisaje funerario similar al de otros grandes yacimientos calcolíticos, de la zona, como los del Aljarafe.
La relativa abundancia de poblados agrícolas durante el tercer milenio a.n.e. da paso durante el segundo milenio a.n.e. a un número mucho menor de asentamientos. Es el período conocido como "Edad del Bronce", durante el que una combinación de menores lluvias y temperaturas más altas afectó a la economía agrícola, junto con una concentración de los grupos humanos en menos poblados que en el período anterior.
A lo largo de la Edad del Bronce se mantuvo el poblamiento en la Mesa de Gandul, así como el uso de la zona funeraria circundante. Pero lo más destacado es el poblamiento estable por primera vez del Cerro del Castillo, situado sobre una elevación junto al río Guadaíra. El poblado del Cerro del Castillo estuvo amurallado, con cabañas circulares en su interior, y un desarrollo hasta el 1500 a.n.e., momento en que supuestamente es destruido, quedando el cerro aparentemente despoblado durante varios siglos.
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