Existen muchas localidades que ofrecen un conjunto patrimonial. Alcalá también posee una serie de elementos que abarcan un amplio arco temporal y un interesante conjunto de estilos. Pero quien visite Alcalá encontrará también un patrimonio medioambiental único, cercano y accesible. Se trata de los alrededores del río Guadaíra, espacio declarado Monumento Natural.
La comprensión de la rica historia de la ciudad y el disfrute de sus principales atractivos tiene como eje el río Guadaíra. El recorrido del tramo que cruza la ciudad y sus alrededores inmediatos acumula un alto número de elementos dignos de conocerse. Enclavados en parajes naturales de gran belleza y asomados a sus aguas están los molinos harineros que dieron fama a la ciudad y alumbraron su industria panadera. Se trata de edificios singulares que dan forma a una tipología constructiva mixta de ingeniería hidráulica y edificio protoindustrial muy rara de encontrar en cualquier otro punto. Son más de 20, muchos de ellos restaurados. Los más antiguos son de época árabe y algunos han estado en uso más allá de la segunda mitad del siglo pasado.
En el río encontramos también el Puente de Carlos III (conocido como Puente Romano) o el moderno Puente del Dragón. Y sobre los cerros que quedan elevados hay más historia: el Castillo con la Iglesia de Ntra. Sra. del Águila, la ermita de San Roque o el hermoso y pintoresco Hotel Oromana. Todo ello está conectado por una red de caminos que se recorren con facilidad entre frondosa vegetación.
En el casco urbano hay más lugares para conocer, las iglesias de Santiago y San Sebastián, el convento de Santa Clara, el antiguo Hospital de la orden de San Juan de Dios, hoy Ayuntamiento, la Casa del Pósito o el interesante legado arquitectónico de estilo regionalista del primer tercio del siglo XX.
Todo ello está siempre al alcance del visitante. Pero si además acude durante alguna de las fiestas del municipio disfrutará de más alicientes. El calendario rebosa de vida. En enero son las cabalgatas de Reyes. Febrero es el mes del Carnaval. Entre marzo y abril se celebra la Semana Santa. Mayo se llena de procesiones y culmina con la Feria. Agosto es el mes de la Virgen del Águila. Septiembre el del patrón San Mateo. Octubre y noviembre son meses cargados de eventos culturales. Y la Navidad llena diciembre de actividades y de la música de los coros de campanilleros.
No son las únicas actividades. A lo largo del año también hay ciclos culturales, numerosos eventos deportivos o concentraciones de aficionados a diversas disciplinas.
Para acoger a sus visitantes, la ciudad dispone de una oferta hotelera amplia, variada y creciente. La creciente demanda hace que en la actualidad estén en marcha varios proyectos para crear nuevos hoteles.
Todo ello hace que Alcalá sea un buen destino para un amplio número de opciones. Desde alternar la visita de trabajo con momentos de ocio y con la posibilidad de conocer nuevos atractivos, hasta descansar durante unos días en un ambiente relajante o emplear Alcalá como base de operaciones para conocer las ciudades del entorno.
Alcalá ha sido siempre ciudad de acogida y destino en el que buscar un espacio de tranquilidad para los vecinos de Sevilla. Muchos de ellos veraneaban en Alcalá atraídos por las bondades de su clima y la belleza de sus paisajes.
Además de una parte de su idiosincrasia, el turismo es para Alcalá una de las claves de su futuro. Basándose en él se desarrolla buena parte de la planificación de la localidad, con la creación de infraestructuras que sumen alicientes a la visita a la vez que aumenten el nivel de servicios y de posibilidades de ocio de los propios alcalareños y de los ciudadanos del área metropolitana.